sábado, 16 de octubre de 2010

MOTIVOS QUE GENERAN LA CONFLICTIVIDAD EN EL AULA

En mi primera entrada en el blog, me parecía interesante hablar acerca de los motivos que pueden llegar a generar los conflictos en el aula, ya que este tema nos puede venir muy bien a la hora de impartir la docencia en los colegios.

La conflictividad en el aula se ha convertido en un elemento más de la educación para la que el profesorado necesita asesoramiento si quiere hacerle frente. Entre los conflictos más significativos podemos destacar los siguientes:

-Uno de los principales motivos de estas situaciones conflictivas en el aula es la desmotivación del alumnado. Hay un gran número de alumnos/as que asiste a los centros educativos solamente porque le obligan a ello, bien la ley o sus familias. Por ello, para rebelarse ante esta situación su principal objetivo es bombardear las clases interrumpiendo al profesorado haciendo comentarios fuera de contexto o buscando situaciones para enfrentarse directamente al profesorado (no traer el material, sentarse con los pies encima de la mesa...). Estos comportamientos generan un enfrentamiento verbal entre el profesorado que intenta mantener el orden en el aula y el alumnado que pretende conseguir su objetivo y seguir molestando.

-A esta situación de desmotivación por parte del alumnado, hay que añadir que en estos últimos quince años el profesorado es un colectivo que ha ido perdiendo autoridad poco a poco. Se ha pasado de un extremo a otro, de mostrar un respeto excesivo al profesorado a considerar al profesorado como un amigo/a. Este nuevo estatus hace pensar al alumnado que el profesorado carece de autoridad en el aula y esto conlleva la falta de respeto del alumnado hacia el profesorado (la forma de dirigirse al profesorado, la conducta en el aula, etc).

-Finalmente, otro de los pilares de esta situación es la falta de disciplina en los centros educativos. En muchos centros el alumnado tiene asimilado que hagan lo que hagan no les pasa nada. Por tanto, hay un sentir general entre el alumnado que hace pensar que todo se permite en los centros educativos. Sin embargo, esto no se debe permitir. Los equipos directivos deben poner en práctica una disciplina dura en los centros y desde el inicio del curso, el alumnado debe tener claro las consecuencias que ciertas situaciones tienen y sobre todo, llevarlas a cabo. Hay centros que tienen muchas normas pero después no se atreven a ponerlas en práctica. Si el alumnado observa que no pasa nada, la situación puede llegar a ser insostenible.
En esta falta de disciplina, también desempeña un papel muy significativo la familia ya que desde la familia se debe apoyar al profesorado y al sistema de disciplina que haya establecido en el centro educativo. En muchas ocasiones, la familia no apoya al profesorado desautorizando así la figura del profesorado ante sus hijos/as.  Cada vez más, llegan a nuestros oídos comentarios de padres de esta índole: "Ese profesor le tiene manía a mi niño y por eso lo ha castigado" o "Esa norma es una tontería más que se han inventado los profesores". Este tipo de comentarios les hace entender al alumnado que el profesorado y el sistema educativo carecen de relevancia en la sociedad y no merecen ser respetados. Por lo tanto, es muy importante que la familia apoye de forma incondicional la normativa y procedimiento establecido en el centro educativo para controlar la disciplina en el centro.

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